salir de la rutina

Salir de la rutina

Creo que no hay cosa que machaque más a la larga que la rutina. No me refiero a una rutina sana, de buenos hábitos y prácticas, que tan necesaria es para nuestro crecimiento personal. Me refiero a la rutina de una vida mecánica, sin entusiasmo, en la que se han instalado a perpetuidad la indiferencia y la desgana. En este caso, urge ¡ya! salir de la rutina.

SIN PENA NI GLORIA

Hagamos balance del último año: ¿nos ha sorprendido alguna cosa? ¿hemos aprendido algo? ¿hay algo que nos haya inspirado? ¿hemos cambiado algún hábito?

Sí, ya sé que estamos muy ocupados viviendo, que no es poco. Y, a veces, la vida transcurre sin pena ni gloria, y nos parece normal, porque todo el mundo hace lo mismo y piensa igual.

Y así un día tras otro.

Puede que llevemos así muchos años. No nos hemos dado cuenta, pero por el camino hemos ido perdiendo fuelle, dado carpetazo a nuestros sueños y olvidado lo que es vivir con verdaderas ganas.

LA RUTINA MENTAL

Este panorama tan poco atractivo no ha surgido de la nada. Primero se ha ido fraguando una manera de pensar que nos ha llevado a una rutina mental.

La vida es en gran parte reflejo de nuestra realidad interna. Si nuestra mente se ha vuelto rutinaria, así será también nuestra vida.

La rutina mental se instaura cuando damos por hecho que las cosas tienen que ser de una manera determinada. De repente, parece que se acaban las alternativas y solo hay un camino posible. Y si ese camino, por la razón que sea, también se cierra, pues se acabó.

Supongo que nos quedamos anonadados  e incapaces de buscar otros recursos y soluciones.

Así, hemos creado un nuevo límite mental. Otro más para la colección. A partir de ahora, se añadirá a la estructura de patrones de pensamiento que presiden nuestra manera de enfocar la vida.

¿EMPRESAS IMPOSIBLES?

Si esto es así, si podemos reconocerlo en alguna de las áreas de nuestra vida, ya es hora de salir de la rutina.

Si no lo hacemos, seguramente, es porque la empresa nos parece imposible por alguna de estas razones:

  • Nos hemos puesto metas muy altas.
  • Hemos dejado la solución en manos de otras personas.

En ambos casos, nos sentimos atados de pies y manos.

Ponernos metas muy altas hace que perdamos la perspectiva de lo que tenemos que hacer para salir de la rutina. En vez de ir paso a paso, estamos focalizados en la meta final y nos parece que nunca seremos capaces de llegar.

Y, en cuanto a dejar la solución en manos de otras personas, esto ya lo vimos en el artículo El Universo es abundancia: si pensamos que los demás están obligados a resolvernos los problemas, lo tenemos claro.

PEQUEÑOS OBJETIVOS

Una buena manera de empezar a salir de la rutina sería marcarnos pequeños objetivos.

Por ejemplo, un pequeño objetivo cada día.

Podríamos empezar ahora mismo.

¿Qué te gustaría cambiar en tu vida, en tu trabajo, en tu familia, en tu relación de pareja?

¡Buf! ¿Te da pereza solo de pensarlo? Pues, entonces, te sugiero que pases a la acción y no lo pienses.

Te propongo diez ideas para salir de la rutina mental y real:

  1. Poner un whatsapp a ese amigo o amiga al que no escribes desde hace meses.
  2. Charlar con un compañero de trabajo o estudios con el que no te relacionas normalmente.
  3. Ensayar nuevas rutas en tus desplazamientos.
  4. Mejorar tu currículum y subirlo a distintas plataformas de empleo.
  5. Apuntarte a un curso de algo que te gusta.
  6. Organizar una merienda en casa para reunir a tu familia.
  7. Planear un fin de semana con tu pareja.
  8. Hacer ejercicio en compañía.
  9. Cambiar el look (corte de pelo, atuendo, colores de la ropa). Te puede parecer una tontada, pero es de las cosas que más funcionan para sacarnos de la rutina mental.
  10. Apagar el ordenador/móvil ahora mismo e irte a dar una vuelta.

SALIR DE LA RUTINA

Salir de la rutina es posible, solo hay que empezar por marcarnos pequeños objetivos y llevarlos a cabo.

Cada objetivo cumplido será una pequeña victoria que nos irá dando ánimos y confianza para seguir adelante.

Y, cuando menos lo esperemos, algo realmente importante habrá cambiado. Lo comprobaremos al echar la vista atrás.

¿Qué otros pequeños objetivos se te ocurren a ti? ¿Cuál es el área de tu vida que más te gustaría cambiar? Compártelo con todos nosotros, más abajo donde dice: «Deja un comentario».

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. Ana Martínez de Abellanosa R.

    Jajaja, voy a poner en marcha uno de esos puntos importantes para salir de la rutina ¡¡voy a llamar a dos buenos amigos!! a ver como les va la vida. Gracias María.

    Besos,
    Ani

  2. Belén García

    MARÍA, como siempre tan acertada.
    Yo trato cada día de regalarme lo que yo llamo una txutxe algo especial y que me guste. Eso puede ser algo sencillo como ir a nadar, escribir, entrenar…no puedo con hacer siempre lo mismo. A mi la rutina me aburre y necesito cambios. Así que si no ocurren los invento.
    Feliz semana

    1. Hola Belén, cuando estamos asfixiados por la rutina es muy importante hacer un pequeño movimiento, el que sea, para hacer que las cosas se pongan en marcha. Este artículo también habla de eso: Movimiento y cambio. Un abrazo

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