que la fuerza te acompañe

«Que la fuerza te acompañe»

Permítanme los Caballeros Jedi apropiarme de la frase «Qué la fuerza te acompañe» para hablaros de otra Fuerza, la Fuerza Interior.  ¿Qué es esa Fuerza? ¿Existe realmente? ¿Cómo contactar con ella?

NUESTRA CONEXIÓN CON EL ESPÍRITU

Al hablar de Fuerza Interior aludo a la esencia fundamental de la condición humana que subyace en todos nosotros: nuestra conexión con el Espíritu.

Esta fuerza no está fuera ni dentro de nosotros, pero como explica Ken Wilber, pionero de la psicología transpersonal:

«Uno la descubre buscando firmemente adentro hasta que ese adentro termina convirtiéndose en más allá».

Sin embargo, no es fácil dar con ella.

DUALIDAD Y SEPARACIÓN

Vivimos inmersos en la «ilusión» de nuestras vidas materiales, haciendo oídos sordos a nuestra voz interior.

Esa desconexión nos lleva a diferenciarnos de todo lo que nos rodea y a concentrar nuestra atención en nuestro ego o pequeño yo, esa personalidad que creemos ser.

Nacen así la dualidad y la separación:

«Mi conciencia no se halla abierta, relajada y centrada en el Espíritu, sino cerrada, contraída y centrada en mí mismo. (…) 

Estoy separado y aislado del mundo de «ahí fuera», un mundo que percibo como si fuera completamente externo, ajeno y hostil a mi propio ser. (…) 

Y a partir de ese dualismo original sigo dividiendo el mundo en todo tipo de opuestos en conflicto: placer y dolor, bien y mal, verdad y mentira (…)

Ese sujeto aislado, al no reconocer su verdadera identidad con el Todo experimenta una aguda sensación de carencia, de privación, de fragmentación. El sufrimiento es algo inherente a la condición de separación».

«YO NO SOY NADA»

Todas las grandes tradiciones espirituales coinciden en que la única forma de cambiar este estado de cosas pasa por abandonar nuestra identificación con el ego aislado.

Rendirse.

Y qué duro, qué incomprensible resulta esto para el ego, que teme diluirse y desaparecer.

El ego que, precisamente, fue creado para protegernos, para asegurar nuestra supervivencia.

Esta es la vía que nos enseña: «Yo no soy nada».

«YO SOY TODO»

Hay otra vía, que consiste en expandir el ego hasta el infinito a través de un camino de conocimiento, de autoconocimiento, que nos lleva a experimentar «Yo soy Todo».

Como expresa Ken Wilber:

«Si seguimos este camino hasta el final llegaremos a un Renacimiento, a una Iluminación , a una experiencia directa del Espíritu Interno, a una Liberación Suprema.

Esa experiencia marca el final del sufrimiento. Y el final del sufrimiento conduce a una acción social amorosa y compasiva hacia todos los seres sensibles».

Un camino que nos proporciona conocimiento y comprensión, nos otorga calma y serenidad y va revelando los valores individuales que cada uno de nosotros posee para servir a un propósito universal.

ACOMPAÑAR LA FUERZA INTERIOR

Desde mi punto de vista, no se trata tanto de «rendirse» como de «entregarse a la causa».

Por eso, mejor rectificar la frase inicial.

Ya no se trata tanto de que la fuerza te acompañe como de que tú decidas «acompañarla».

Pues tuya es la elección de emprender el camino.

Os abrazo, María

Citas de Ken Wilber extraídas del libro Gracia y coraje.

Prácticas recomendadas:

Para tu autoconocimiento: Crea Conscientemente tu Realidad (Curso Online)

Para  una mayor calma y serenidad y reducir la dualidad y la separación: Curso de Auto-Reiki Online

¿Queréis compartir vuestras experiencias en el camino del autoconocimiento? Hacedlo más abajo, donde dice: “Deja un comentario”.

Esta entrada tiene un comentario

  1. bethlen

    Reblogueó esto en propositosaludy comentado:
    Siempre podemos elegir el punto donde nos encontramos.
    Elige caminar y ser tu el que fija tu propio camino. A menudo hablamos y buscamos la salud en la alimentación, en la actividad fisica y por supuesto que están también ahí pero cuando miramos hacia dentro…
    Gracias Maria por este post… tan fabuloso

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