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Patrones mentales: cómo condicionan tu vida

¿Cuáles son las áreas de la vida en las que no llegamos a alcanzar el pleno potencial? ¿Las relaciones, la vida familiar, el crecimiento personal, el trabajo, el dinero? Siempre hay algún área que se nos resiste. Es lo que llamamos nuestro talón de Aquiles. Y cuando avanzamos en nuestro autoconocimiento nos damos cuenta de que siempre hay detrás unos patrones mentales que están condicionando nuestra forma de enfocar la vida.

EL INTERIOR CONDICIONA EL EXTERIOR

Cuando vivimos de una manera superficial, dejándonos llevar por las situaciones que nos llegan, solemos achacar nuestros problemas a la mala suerte o buscamos culpables a nuestro alrededor.

Sin embargo, cuando se vive conscientemente, comienzas a entender porqué hay muchas áreas de nuestra vida que se nos resisten.

La respuesta está en nuestros pensamientos y creencias, regidos por patrones mentales que se han creado desde el minuto uno de nuestra vida. Toda una programación interna que está condicionando los resultados externos.

LA SUPERVIVENCIA Y LOS LÍMITES

La mente es un complejo mecanismo cuya principal función es asegurar nuestra supervivencia.

Su principal agente es el miedo.

Para ello, establece unos límites que no podemos traspasar, con el fin de que siempre nos sintamos seguros.

Esos límites son nuestros patrones mentales, muchas veces invisibles y totalmente subjetivos.

Para cada uno de nosotros, sin embargo, son rígidos barrotes que están impidiendo que avancemos, que consigamos nuestros objetivos.

El problema es que no lo sabemos. Si lo supiéramos, si nos diéramos cuenta de que estos límites no son reales y aparcáramos nuestros miedos, los barrotes desaparecerían.

LOS PATRONES MENTALES EN EL PERIODO PRENATAL

Ya hemos hablado en este Blog de la importancia del periodo prenatal donde se asientan los cimientos de nuestros patrones mentales y emocionales.

Todo el legado genético y ancestral y las experiencias tempranas en el vientre materno van a ser la base sobre la que vamos a ir sumando ladrillo a ladrillo nuestras experiencias vitales.

Por ejemplo, un riesgo de aborto durante este periodo puede crear un patrón de miedo y de inseguridad en la persona a lo largo de toda su vida. O una deficiente alimentación del feto puede hacer que, en el futuro, la persona sea más propensa a retener o acumular, ya sea comida, dinero, objetos de valor, propiedades… por si vienen las vacas flacas.

LOS PATRONES MENTALES EN LA INFANCIA

Los modelos de referencia van a constituir los patrones mentales en la infancia.

Lo que dicen los padres, los hermanos mayores u otras figuras de autoridad,  como los maestros, va a conformar los siguientes niveles de la estructura mental.

Se trata de una programación verbal que va calando hasta afirmarse en nuestro subconsciente para convertirse en una firme creencia.

¿Qué oíamos en nuestra infancia sobre el dinero, el trabajo, el éxito, el sexo? Aquello que opinaran nuestros padres nos ha marcado para siempre. Incluso, aunque conscientemente desaprobemos esos juicios, en nuestro subconsciente siempre quedará la semilla y hay que estar muy alerta para no dejarse atrapar.

LOS PATRONES MENTALES EN LA ADOLESCENCIA

Con la adolescencia llega la rebeldía y el rechazo de gran parte de los valores inculcados por los padres.

No siempre sucede. Evidentemente, si admiras a tu padre, a tu madre o a tu maestro vas a querer imitarlos. En este caso, los patrones de la infancia se afirmarán.

Pero si las hasta entonces figuras de autoridad engendran rechazo, entonces pueden asentarse patrones diametralmente opuestos a aquellos generados en la niñez.

Por ejemplo, una persona con padres muy tacaños puede desear huir de las sensaciones de carencia vividas en su infancia y acabar convirtiéndose en un despilfarrador. Este tipo de personas no lograrán ahorrar nunca, el dinero entrará en su vida y, como si les quemase, tendrán que deshacerse de él.

LOS PATRONES MENTALES EN EL ADULTO

La estructura mental sigue creciendo en la edad adulta, haciéndose más y más compleja.

Generalmente se afirmarán los patrones más importantes que rigen nuestra vida.

Por el contrario, si en esta etapa se viven circunstancias traumáticas pueden ser un revulsivo que sacuda los cimientos de nuestra programación.

En ocasiones serán el catalizador del despertar a una nueva conciencia (y lo digo por experiencia).

¿CÓMO DESCONDICIONARNOS?

Eliminar los patrones mentales es un ejercicio difícil. Sobre todo, cuando tratamos de realizarlo desde la propia mente.

Estos patrones, reforzados durante años y años no pueden suprimirse de un plumazo, solo porque lo decidamos así.

Lo que sí podemos hacer es cultivar nuestro autoconocimiento y aprender a entendernos: porqué pensamos así, porqué reaccionamos así. Y, después, estar muy alerta para que cuando el patrón comience a actuar podamos detectarlo y elegir otro camino alternativo.

Hay un método que, para mí, es bastante efectivo a la hora de lidiar con patrones profundos que puede que estén afectando nuestro crecimiento personal y es la Técnica Metamórfica. Realiza un trabajo de introspección sobre el periodo prenatal muy revelador.

Si estás por Madrid o alrededores, te recomiendo probar una sesión.

Y ahora, cuéntame tú, ¿qué sabes de los patrones que puede que estén influyendo poderosamente en tu vida? ¿Has detectado alguno? ¿En qué área de la vida te está afectando? Compártelo con todos nosotros más abajo, donde dice «Deja un comentario».

Un abrazo, María

 

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