Todo es movimiento y cambio en el Universo. Todo lo que existe está en constante vibración, tanto la materia que vemos como la que no vemos, tanto la materia viva como la materia aparentemente inerte.
LA VIBRACIÓN EN EL UNIVERSO
La Ley de Vibración es una ley fundamental del Universo ya conocida por las antiguas tradiciones y que fue «redescubierta» por la Mecánica Cuántica a través de la observación del átomo.
¿Sabíais que las partículas más pequeñas que se han descubierto son unidades de energía que vibran a velocidades cercanas a la luz (300.000 km/s)?
Desde ese Micro-Universo el movimiento se extiende a todo el Macro-Universo, incluyendo al ser humano, la unidad energética más compleja que existe.
MOVIMIENTO Y CAMBIO PARA EVOLUCIONAR
Ya os he contado que nuestro campo energético está formado por distintos planos o frecuencias de energía (física, emocional, mental, espiritual…).
A través de dichas frecuencias interactuamos con las vibraciones que provienen del exterior.
Esto produce movimiento y cambio continuamente en el flujo de energía. Y es lo que nos ayuda a expandirnos y evolucionar.
Por el contrario, el estancamiento produce automáticamente un descenso de la vibración. El tiempo mismo parece densificarse y todo resulta pesado y odioso.
Cuando no permitimos el cambio en nuestra vida, empezamos a envejecer, a enfermar.
Estamos yendo en contra de la naturaleza de las cosas.
EFECTOS DE LA FALTA DE MOVIMIENTO
Una cualidad fundamental en los niños pequeños es que no paran, siempre están en movimiento, explorando, indagando, curioseando. Con los años, esa capacidad de movimiento –en todos los sentidos– remite en muchos adultos.
No sólo se reducen las interacciones con el medio que nos rodea, sino que también desconectamos de nosotros mismos, de nuestros sentimientos.
El caso es que nos vamos quedando más y más estancados. Esto produce bloqueos en todo nuestro campo energético que pueden ir calando hasta nuestro cuerpo. La materia física, perfectamente visible, se acaba convirtiendo en el espejo de nuestra alma.
Simplemente, la postura corporal, la forma de respirar o la sintomatología de algunas enfermedades pueden ser indicios de distintos obstáculos en el flujo de nuestra energía.
¡MUÉVETE!
Por ello, es importante moverse, empezando por nuestro propio cuerpo, con el fin de ir eliminando esos obstáculos y restablecer el flujo energético.
Caminar, danzar… forman parte del ser humano desde tiempos ancestrales y su ejercicio puede ser absolutamente liberador.
También existen prácticas específicamente dirigidas a trabajar con el cuerpo de energía, actuando tanto en el desbloqueo como en la carga de los principales centros energéticos.
Algunas de ellas las podéis encontrar en el Taller Abrir el Cuerpo de Energía, una experiencia dinámica a través del movimiento y la música, en la que contactaremos con nuestro cuerpo y conoceremos más a fondo nuestro campo de energía, realizando distintas dinámicas para abrirlo y cargarlo.
A través de estas prácticas se irán abriendo los caminos a la energía e impulsando el cambio que deseamos, tanto a nivel físico como psíquico.
Me encantará leer vuestros comentarios acerca del movimiento y cambio. ¿Os movéis a menudo? ¿O ahora mismo os sentís un poco apáticos? Compartidlo un poco más abajo, donde dice «Deja un comentario».
Os abrazo, María
Hola maria te deseo lo mejor aunque creo que tocas muchas ramas innecesarias. Pues si todo es mental hay que centrarse en la raíz allí donde todo toma nacimiento un abrazo
Hola Sebastian, muchas gracias por tus buenos deseos. En efecto, todo en principio es mental, esa es la raíz de todo, pero por mi experiencia y lo que le oído contar a algunos de mis maestros, no es fácil operar en la mente desde el mismo nivel que ha creado el problema. Hay que subir, al menos, un pequeño peldaño. Para llegar ahí, el cambio y el movimiento siempre son de gran ayuda pues te permiten reposicionarte y ver las cosas desde otro ángulo. En mi formación está el trabajo con el cuerpo, la respiración, todo ello implica flujo y aumento de la energía vital y para mi ha sido fundamental para transformar mis límites mentales. Un abrazo
Buenas noches
al leer su articulo
me di cuenta de que estoy en movimiento a diario
todos los días
hago entre 3 a 5 minutos de movimientos en la casa antes de salir,
luego a lo largo del día camino 2 kilómetros, aproximadamente
siento que cuando no lo hago por alguna razón, me falta algo, ya el cuerpo me lo pide.
Gracias y saludos!
Hola Manuel, a mí me ocurre igual. Desde hace años hago una tabla de ejercicios todas las mañanas que me lleva cerca de una hora. Forma ya parte de mi vida y pienso que mi vida se ha transformado también gracias a estas prácticas. Me encanta andar, sobre todo en la naturaleza. Me ayuda a despejar la mente y a sentirme más unida a todo lo que me rodea. El movimiento es fundamental para mí. Un abrazo