Mi mirada más allá de mi balcón es un proyecto de imágenes y palabras realizado junto a Rocío Cenalmor González.
Querida amiga.
Compañera de camino.
Hermana del alma.
Hace ya algunos años Rocío soltó sus amarras, desplegó sus alas y se echó al camino. Su brújula apuntaba al noroeste. Sin más precisiones.
Durante todo este tiempo Rocío ha compartido, con muchos de los que quedamos aquí, las imágenes de los lugares que sus pies hollaron.
Recientemente me llegó una de ellas, la llamada Mira, amaneció, que podéis ver un poco más abajo. Me sentí transportada instantáneamente a ese escenario mágico. Casi podía oler la tierra húmeda y sentir la fresca brisa despejando mis fosas nasales.
Eché un vistazo al paisaje desde mi ventana: bloques de casas recortándose en el cielo gris de la tarde madrileña.
Del alma me surgió esta respuesta:
Rocío, eres mi mirada más allá de mi balcón.
Me llegó, por su parte, la sugerencia de escribir un artículo explorando esta revelación a través de sus imágenes y mis palabras.
Rocío me ofreció –y os ofrece– 11 fotografías y 2 vídeos realizados a lo largo de trece días, del 24 de diciembre al 5 de enero.
De la víspera de Navidad a la víspera de Reyes.
Todo un regalo para abrir, no solo la mirada, sino todos los sentidos.
Yo lo he acompañado con algunas palabras.
Y este es el resultado.
DÍA 1
Me atrae este camino perdido en la bruma. Entre los árboles está la luz que me guía. Añoranza de levantarme de la silla y poner mis pies en danza. No sé adónde voy, pero eso no importa. El regalo es el camino.
DÍA 2
Un bosque mágico. Los árboles han dejado caer sus hojas pero se engalanan de verde liquen. Dejo la mochila en el suelo. El viento está en calma. Comienzo a andar y las hojas son alfombra roja que conducen mis pasos. Conexión con la Naturaleza y más allá.
DÍA 3
Esperando en la estación. No hay reloj ni paneles informativos. El tiempo se estira, los minutos parecen horas, los días años. Esperando se hace eterna la espera. Pese a mi impaciencia, el tren llegará cuando menos lo espere.
DÍA 4
Agua. Desde esta meseta secana el agua me atrae irremisiblemente. Añoranza del rumor de los ríos. Sed de las olas del mar. Ruido que se impone al ruido interno. Blancura que limpia, despeja, se lleva, lejos, muy lejos…
DÍA 5
Mis pasos me han llevado a un pueblo. Recorro las calles. Una casa azul llama mi atención. Deshabitada. Qué vidas habrá albergado. Qué historias podrían contar sus muros. Cerrada a cal y canto no revela sus secretos.
DÍA 6
A veces los caminos son duros. A veces no nos toca transitar por la blanda hierba sino por los cortantes guijarros. Descalzarse, propone Rocío. Rito de paso para el guerrero espiritual.
DÍA 7
Por fin una señal. Pero apuntando en todas las direcciones. Me toca decidir el camino a seguir. Libre albedrío que no es tal, el subconsciente manda.
Día 8
He llegado a comprender que este es un momento precioso en el que todo comienza y todo acaba. Presente eterno.
Día 9
En la soledad de la noche una luz que brilla, un banco que me acoge. Explorando mis miedos, los miro a los ojos.
Día 10
Fuente vieja. Me asomo y me pierdo en la profundidad de sus aguas. Ese es mi pasado. El reflejo de mi rostro en la superficie me rescata. Este es mi presente.
Día 11
La marea ha arrojado el tronco a la orilla. Lo toco y me cuenta su viaje. De cuando creció a la orilla de un río. De cuando la crecida de las aguas lo arrancó de raíz y lo sumió en la corriente furiosa. De cuando el mar lo meció en su regazo. De cuando las olas lo depositaron para siempre en la arena.
Día 12
Quietud y contemplación. Casi llegando al final del viaje. Tomándome un tiempo necesario para ser. Dejar de hacer.
Día 13
Un puente para unir caminos. Rocío y yo. Cierro los ojos y los vuelvo a abrir. Edificios recortados en el cielo gris de Madrid. De regreso.
MI MIRADA MÁS ALLÁ DE MI BALCÓN
Gracias por habernos acompañado, a Rocío y a mí, en este viaje. Nos encantará que nos dejes tus impresiones. ¿Qué imagen te resuena más? ¿A dónde te transporta este viaje? ¿Qué otros comentarios o reflexiones añadirías a los míos? Contribuye a enriquecer este proyecto con tu valioso comentario.
Te abrazamos, Rocío y María
Hola Maria, me llama la atención la imagen del día 12 y el comentario tuyo, eso de tomarse un tiempo para SER y no pensar tanto en el HACER. Me resuena porque me encuentro en ese momento del camino en que la vida me da los recursos para solo ser pero sigo obsesionado en el hacer. Gracias por la propuesta de participación
Hola Jose, quizás la vida te ofrece un tiempo para la contemplación, observar, reflexionar, integrar… pero no tanto hacer. No siempre es necesaria nuestra intervención. Hay veces en que nos tenemos que quedar sentados en el banquillo y ver como la vida se desarrolla ante nuestros ojos. También son momentos para volver la mirada hacia adentro y escucharse. Hay algo que tu ser interno está intentando decirte. Un abrazo
DÍA 1
He caminado muchas veces estos caminos, y al principio parecían aburridos, como si no fuera a pasar nada, pero luego eran la bomba. Gente con la que me enrollaba, y que me contaban las cosas que pasaban por allí, otros con los que podía hacer trueque de vino por patatas, por ejemplo, yo ponía el vino, jjajajaja
DÍA 2
¡¡¡¡¡¡¡Guauuuuuu!!!!!!! Esos bosques me flipan, son como una habitación que han preparado para recibir, con el suelo bien alfombrado y todo el terciopelo en las ramas, para que todo esté suave. Siempre he sentido que allí vivían muchos, que no se mostraban porque estaban en otra historia. Yo caminaba con cuidadito, dejándome llenar de toda esa habitación acogedora, que habían decorado tan maravillosamente, y a donde podía volver siempre que quisiera, porque siempre iba a estar allí
DÍA 3
Me encantan esas estaciones en medio de la nada. Cuánta gente ha movido montañas, y ha tendido puentes sobre ríos y valles, para que yo pudiera moverme hacia donde quisiera ir. Gracias a todos
DÍA 4
¡¡¡¡¡¡¡Ummmmm!!!!!!! agua corriendo de un rio. Me pasé toda la infancia veraneando al lado del rio Pas, en Cantabria, y ese era mi patio de recreo. Adoro los ríos
DÍA 5
Casas que estuvieron llenas de vida, y que para los que allí vivieron, eran sus palacios. Pero eso terminó, se fueron a otros palacios, y ahora, esas casas piden descanso, piden caer al suelo y que, en ese lugar, se edifiquen nuevos palacios para nuevos moradores, y que esos palacios, sean fuertes y guapos
DÍA 6
Quiso decir cosas y luego cada uno interpretó según sus moldes
DÍA 7
Esas son las nuevas posibilidades de este año. Ir a donde quieras
DÍA 8
La tierra de mis Antepasados. La tierra que me da la fuerza. La tierra que me salvó la vida cuando era solo un bebe de pocos meses. Bendita seas querida tierrina, bendita seas
DÍA 9
Hermosa luz, que a veces esta fuera, pero siempre dentro. SIEMPRE, busca bien, MIRA, ahí está, ÚSALA
DÍA 10
Cuantos se han refrescado por dentro, y por fuera, con tu agua
DÍA 11
Lo que tuvo vida, pero ya no la tiene, y sirve para echar en una hoguera y calentar, hasta que termine del todo, apurando lo que fue y que ya no es, y se convierta solo en energía, que se disipa
DÍA 12
Agua mansa que está ahí, para beber, para bañarse, para navegarla e ir a otro sitio, gracias por estar
DÍA 13
Vuelve el agua, yendo por su camino y bañando personas, cultivos, animales. Gracias por tu camino
Querida Lola
¡Un millón de gracias por hacer el camino con Rocío y conmigo! Agradezco tu mirada: está limpia y abierto tu corazón. Tus palabras nos llenan de alegría y nos animan a perseverar en el camino. Me ha encantado tu interpretación del Día 7: «las nuevas posibilidades de este año. Ir a donde quieras». Genial para abrir este 2022. Un abrazo enorme