¿Tienes mentalidad de abundancia o mentalidad de escasez? ¿Eres generoso o avaro? ¿Piensas en los demás o lo quieres todo para ti? Nuestro carácter, educación y aquellas experiencias vividas en el pasado pueden determinar un tipo de mentalidad u otra, independientemente de cuál sea la realidad de nuestro patrimonio o finanzas. Mira lo que les pasó a los personajes de esta historia que un buen día se encontraron un dinero por la calle.
TRES AMIGAS Y UN DINERO
Tres amigas se dirigían a comer en un restaurante. Iban charlando alegremente cuando, de repente, una de ellas reparó en que había unos billetes muy dobladitos caídos en el suelo. Soltó una exclamación y se lanzó a por ellos ante la sorpresa de las otras dos. Al desdoblarlos con cuidado aparecieron tres flamantes billetes de 50€.
Las tres se quedaron estupefactas. No suele encontrarse tal cantidad de dinero por la calle, a lo sumo alguna moneda.
Miraron a su alrededor. No había nadie cerca a quien pudiera acabar de caérsele el dinero.
La amiga que había recogido los billetes se rió y rápidamente los guardó en su bolso, comentando que iban a poder darse un homenaje en el restaurante con ese dinero.
La segunda amiga apretó los labios. ¡Qué barbaridad! No tenía ni la más mínima intención de gastarse esa suma en la comida. No dijo nada sobre esto pero aludió a la casualidad de que hubiera tres billetes. Por tanto, propuso repartir el dinero: un billete para cada una.
La tercera amiga estaba pensando en la persona a la que se le había caído el dinero. No había manera de devolvérselo. Si hubiese sido una cartera con algún tipo de identificación… Pero así, imposible. Deseó que ese dinero no le hiciera falta para algo muy necesario.
Luego miró a sus amigas. Las preguntó si, en verdad, necesitaban ese dinero. Las dos se quedaron algo descolocadas pero se apresuraron a decir que no. En realidad, tenían buenos ingresos.
Ella, en cambio, no tenía ingresos regulares, aunque la vida siempre la había sostenido. Sintió que ese dinero no era para ella y propuso a las demás donarlo a una ONG.
Y aquí interrumpimos nuestra historia para preguntarte:
¿Qué te parecen estas tres reacciones?
¿Cuál de las tres amigas piensas que tiene mentalidad de abundancia?
LA PRIMERA AMIGA: LA TOMADORA
Quizá pienses que la primera amiga tiene mentalidad de abundancia porque le parecía una gran idea gastarse ese dinero en la comida junto a sus amigas.
Pero fíjate que en ningún momento les pide su opinión. Sencillamente, da por sentado que su idea es perfecta y se guarda el dinero.
Su mentalidad, en realidad, es la de una tomadora, una persona que ha de tomar todo lo que se pueda ahora. ¿Por qué? Pues porque sería estúpido no hacerlo así, te responderá.
Sin embargo, la razón oculta es que hay miedo a que después ya no haya más oportunidades.
En realidad, es una mentalidad de carencia. Esa compulsión por tenerlo todo, por devorar la vida, está posiblemente fundada en una falta de confianza en la existencia.
Hay prisa por hacer realidad lo que se quiere. Y, muchas veces, se descuida el entorno: a la primera amiga nunca se le pasó por la cabeza pensar en la persona que había perdido los billetes o consultar a sus amigas lo qué iban a hacer.
En la vida no puedes ser solo tomador. Tiene que haber un equilibrio entre tomar y dar. En el artículo Dar y Recibir: las claves de la abundancia te cuento más sobre esto.
LA SEGUNDA AMIGA: LA AHORRADORA
La segunda amiga tiene claramente una mentalidad ahorradora. Ahorra para cuando lleguen las vacas flacas.
No hay nada malo en ahorrar. Siempre es necesario tener una cantidad de dinero extra para cualquier imprevisto.
El problema es cuando el dinero empieza a tener demasiada importancia y te da miedo gastarlo. Entonces te conviertes en tacaño. No lo quieres disfrutar, solo guardarlo.
Puede que esta mentalidad de carencia esté fundada en circunstancias reales. Pero muchas veces no es así. Hay gente muy desahogada económicamente que se priva de disfrutar de la vida.
Detrás hay también una desconfianza en la abundancia del Universo.
También es posible que se haya recibido una educación fundada en la carencia, por parte del núcleo familiar, como te contaba en el artículo La mejor actitud frente al dinero.
Otra posibilidad es haber vivido experiencias de pérdida o fracaso. En el artículo Miedo a perder lo que tenemos amplío este tema.
LA TERCERA AMIGA: LA MENTALIDAD DE ABUNDANCIA
Pues sí, la tercera amiga es la que tiene mentalidad de abundancia.
A pesar de ser la que menos ingresos tiene, no se le pasa por la cabeza ni por un instante quedarse con ese dinero o gastárselo. Siente que hay que darle otro destino a esos billetes que a ninguna de las tres pertenecen.
Su primer pensamiento es para la persona que lo perdió. Al no poder devolvérselo, cree que lo mejor que puede hacerse con ese dinero es hacérselo llegar a quienes, en verdad, lo pueden necesitar.
No hay avidez. No hay carencia. No hay miedo.
Este gesto incondicional, que no busca nada a cambio, brota de la confianza en la abundancia del Universo y atraerá más prosperidad a la tercera amiga.
UNA CUESTIÓN DE CONFIANZA
Confiar en la vida y en su abundancia es lo que hace los milagros posibles.
Busquemos siempre el equilibrio con lo que nos rodea. Si somos generosos, la vida lo será con nosotros. Puede que las cosas no sean exactamente como nosotros pensamos pero, si tenemos confianza, el Universo se encargará siempre de sostenernos.
Por cierto, ¿quieres saber cómo terminó la historia de las tres amigas?
Acuérdate que la tercera amiga las propuso donar ese dinero.
A regañadientes, las otras amigas accedieron.
Como la tercera amiga colaboraba con una ONG le entregaron el dinero y ella se encargó de hacer la donación aquella misma noche.
Fin.
¿Y tú qué piensas? ¿Te has visto retratado en alguno de estos personajes? Déjame una respuesta y me lo cuentas 😉
Os abrazo, María
Imagen de Bianca 2019log en Pixabay
Qué manía de intentar hacernos sentir culpables por querer quedarnos con algo que nos hemos encontrado. Yo me encontré en la carretera 45€ en billetes muy desgastados de algún ciclista que se le cayó del mailot. Pensé en el
pobre ciclista al notar él su pérdida. Y después pensé «Qué suerte de haberlos encontrado yo! El Universo me ha ayudado.
Hola María, la intención del artículo no es hacernos sentir culpables sino mostrar tres tipos de mentalidades acerca de la abundancia. Las tres personas del relato no necesitaban el dinero y una de ellas vio la forma de hacerlo llegar a quién sí pudiera necesitarlo. Un abrazo
Buenos días María
Siempre he sabido que mis hermanos y yo somos distintos en muchos aspectos. Y este artículo me ha hecho mucha gracia porque refleja la mentalidad de cada uno de nosotros. Mi hermano menor es el tomador, el mayor es ahorrador y yo la mediana soy la tercera amiga. ¡Y qué tranquila vivo!
Muchísimas gracias por tu claridad y positividad.
Un cálido abrazo,
Mónica
Hola Mónica, me alegra que te haya interesado el artículo. Con respecto a la abundancia y la carencia, las dos primeras mentalidades son muy comunes. La tercera no tanto. Por eso, enhorabuena si tu mentalidad es abundante, te llegará todo aquello que en verdad necesites. Un abrazo