la pérdida y la ganancia

La pérdida y la ganancia

¿Os habéis preguntado por qué a los períodos de escasez siguen otros de abundancia o viceversa? ¿Habéis experimentado esto en vuestras vidas? Annus horribilis en los que disminuye el dinero, o perdemos el trabajo, o las relaciones se rompen… Parece que no vamos a salir nunca de esta mala racha. Y de repente, llega la abundancia no se sabe de dónde. La vida material vuelve a sonreírnos y los demás empiezan a hacernos caso. ¡Qué tiempos tan diferentes los de la pérdida y la ganancia!

LOS RITMOS DEL UNIVERSO E I CHING

La explicación está en los ritmos del Universo de los que ya os hablé en Principios Universales: Ley del ritmo.

El cambio es una característica esencial del Universo. Nada permanece, todo cambia. Y lo hace según un ritmo determinado. A los períodos de contracción les siguen otros de expansión. Al invierno le sucede la primavera. A la pérdida, la ganancia.

Si hablamos de ritmos en el Universo tenemos que acudir a I Ching. El Libro de los CambiosI Ching explica muy bien esta alternancia entre la pérdida y la ganancia. Porque al tiempo de La pérdida (Hexagrama 41) le sigue el  tiempo de La ganancia (Hexagrama 42 ).

LA GANANCIA

Cuando en una consulta a I Ching nos sale La ganancia, en relación al tema que hemos consultado, nos ponemos muy contentos.

Porque lo que se nos está diciendo es que el tema de nuestra consulta no solo es correcto, sino que está en un periodo de abundancia en el que puede fructificar.

Vamos, que seríamos tontos si dejásemos pasar esa ocasión que la vida nos sirve en bandeja.

El tiempo de la ganancia es limitado, por eso las oportunidades a veces no vuelven a repetirse.

De hecho, hay oportunidades que solo llegan una vez en la vida. Pero pienso que si las hemos dejado pasar es porque, definitivamente, no nos correspondían. Aunque puede que,  para nuestro aprendizaje, fuera necesario observar cómo pasaban a nuestro lado sin que pudiéramos beneficiarnos de ellas.

La ganancia es también un tiempo que nos habla de generosidad, de compartir con los demás nuestro beneficio. Si pretendemos retenerla solo para nosotros entonces se producirá un exceso que solo podrá resolverse con el desbordamiento que, por cierto, es el  tiempo del hexagrama siguiente, el 43.

LA PÉRDIDA

La pérdida, la merma, la disminución… Son los nombres que se le dan al tiempo que representa el Hexagrama 41.

Este tiempo hay que mirarlo con atención y cariño. Pues no es tan malo como se piensa.

De hecho, es un tiempo ideal para emprender el camino del autoconocimiento. Porque, si nos va bien en el mundo material nuestros ojos suelen mirar siempre hacia afuera y poco hacia dentro.

No hay nada como una buena crisis para que veamos tambalearse todo a nuestro alrededor y tengamos que buscar refugio y sostén en nuestro interior.

Disminuyen nuestros recursos, se acaban nuestras relaciones… O simplemente dejamos de encontrarle sentido a las cosas que estábamos haciendo.

Entonces miramos hacia dentro. Y ahí ponemos la atención y la energía.

Este tiempo sacrifica todo lo superfluo en favor de la sencillez. Porque cuando miramos en nuestro interior estamos buscando la raíz de nuestra existencia. Nada hay más básico que esto.

Y en esa búsqueda, disminución también significa liberarse de todo lo que ya no nos sirve, de todo lo que nos impide crecer como personas.

En la pérdida podremos tener pocos éxitos materiales y, sin embargo, estamos preparando el camino para obtener una mayor riqueza interna.

LA ETERNA PAREJA

¿Os habéis dado cuenta? La pérdida y la ganancia son una eterna pareja. Actúan siempre juntas. Realmente, cada una tiene en sí misma el germen de la otra.

En mayor o menor medida, ambos tiempos nos van a afectar a todos. En algunas personas, incidirán más en temas económicos, en otras serán las relaciones o la salud. Cada uno tenemos nuestro talón de Aquiles.

¿CÓMO VIVIR LA PÉRDIDA Y LA GANANCIA?

Unos consejos experimentados en carne propia para cuando estéis en un tiempo u otro:

  • Primero de todo: aceptación del tiempo en el que nos encontramos, ya sea de pérdidas o ganancias.
  • Recordemos que la etiqueta de bueno o malo no sirve. Nada es bueno o malo al 100%.
  • Aprovechemos el tiempo de la pérdida para reorganizarnos y prestar atención a nuestra voz interior.
  • La pérdida es también un tiempo de purificación, a nivel material, físico, emocional y mental. Es una especie de «dieta» que la vida impone. Viene bien analizar el camino recorrido y ver qué cosas podemos cambiar o mejorar para vivir más equilibradamente.
  • Si toca ganancia, es el momento de dar rienda suelta a todo nuestro potencial. Atrevámonos a poner en práctica nuestros sueños. Descubramos nuestra pasión. ¡La vida es corta y el tiempo de la ganancia más aún!
  • Seamos generosos e incluyamos a los demás en nuestro momento de abundancia. Convirtámonos en mecenas de otras personas o proyectos. Seamos como el Rey Midas que todo lo que tocaba lo convertía en oro. Podemos hacer mucho más de lo que creemos.

¿Se os ocurren más ideas? Me encantaría que compartierais conmigo vuestras historias al respecto. ¡Venga! Sed abundantes y dejadme un comentario.

Os abrazo, María

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. Jordan

    Esto es más que cierto, y necesario en la vida… de los dos hay que sacarle el provecho, uno te enseña el equilibrio para tiempos en el otro, la vida en círculo ⭕️, la rueda de la fortuna ….gracias!

    1. Hola Jordan, es así, la vida es cíclica. No nos damos cuenta, pero cada cierto tiempo volvemos a experimentar situaciones muy parecidas a las que vivimos en otra época, es porque hay períodos de abundancia y de carencia, de facilidades y de dificultades, que se van alternando. Lo importante es vivirlos con serenidad y sacarles el mayor partido. Un abrazo

  2. feli

    Seamos generosos, pero también prudentes. Te acuerdas de lo que le ocurrió a Midas cuando tocó a su querida y única hija?. Besos.

    1. Ja,ja, es verdad. Pero a lo que me refiero es que aprovechemos nuestras rachas de abundancia para compartirla con proyectos o personas que nos interesen. El «toque de Midas» se refiere a que estamos de suerte y podemos conseguir grandes logros en aquello que nos propongamos. Besos

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