Este fin de semana estuve en un curso muy interesante del doctor en Ciencias Naturales, escritor y conferenciante Daniel Lumera para la activación de un nuevo modelo de conciencia que respondiese de forma proactiva y no reactiva al delicado momento que vive la humanidad. Citando sus propias palabras: “Se está manifestando una expansión en la conciencia individual que desplazará la percepción y los confines que tenemos de nosotros mismos, incluyendo en ellos los demás, la naturaleza, el mundo y el universo, capaces de vivir “el exterior” como un espejo íntimo de nuestro ser, comprendiendo auténticamente que “tu bienestar corresponde a mi bienestar, tu felicidad a la mía, tu éxito a mi éxito” y también que “mi bienestar corresponde al bienestar colectivo y éste corresponde al mío.”
Todo un reto en el que se nos está pidiendo que demos un paso adelante y abandonemos modelos caducos de conciencia que ya no nos sirven a nosotros, como individuos, ni a la sociedad, ni al planeta. Dar este salto es posible ahora. Nunca ha habido tanta información disponible ni tantos métodos y técnicas para alcanzar una mayor altura emocional, mental y espiritual.
Alcanzar este nivel de conciencia no se hace a través de la razón, atada a sus límites y convencionalismos, sino a través de la experiencia. Es la experiencia la que abrirá nuevos caminos de entendimiento, la que posibilitará la profundización y, al mismo tiempo, la evolución de cada uno de nosotros y nos revelará como seres co-creadores, responsables de la realidad.
Estamos tan inmersos en nuestro papel dentro de esta gran película que es la vida que nos encontramos resignados e incrédulos y pensamos que no podemos cambiar nada, empezando por nosotros mismos. Anclados en nuestras viejas creencias, perdemos la oportunidad de conocer nuevos caminos y vivir experiencias diferentes desde las que poder ver nuestra vida y todo lo que nos rodea a la luz de un nuevo entendimiento.
Todos los métodos que trabajan con la elevación de la frecuencia energética posibilitan alcanzar un mayor grado de conciencia. Chikung, Yoga, Reiki, Meditación, nos ayudan a centrarnos y a profundizar en nosotros mismos, facilitando la comprensión de nuestra relación con el mundo y de nuestra verdadera misión de vida.
Según el investigador estadounidense Bruce Tainio que ha hecho un estudio acerca de la frecuencia vibratoria del campo energético humano, un cuerpo sano vibra alrededor de los 62 a 72 MHz. Sólo un pequeño aumento en esta frecuencia de vibración ya está posibilitando cambios emocionales y mentales. Aumentando un poco más, en rangos de frecuencias que se mueven entre los 92 a 360 MHz, se puede alcanzar la transformación causal, es decir, podemos acceder a las causas que condicionan nuestra conciencia vital y asumirlas para, así, poder transmutarlas.
Básicamente, este es el trabajo que se realiza a través de los distintos niveles de Reiki, elevando nuestra frecuencia de vibración en cada uno de ellos, mediante la sintonización con esa Conciencia Unitaria, la Inteligencia Superior que sostiene todo lo que en el Universo existe. Será la práctica diaria la que posibillite afirmar esta nueva realidad en nuestra vida cotidiana, a través de un mayor grado de coherencia en todos los ámbitos.
Si queremos cambiar la realidad de este planeta, ahora podemos hacerlo. Una nueva conciencia es posible. Está en nuestras manos.
© María Ródenas
Fotografía Wikimedia Commons.
Que bien sienta leer esto, inmersos como estamos en universo lleno de negatividad , en que solamente se resaltan cosas desagradables, algunas trágicas incluso (padres que acaban con la vida de sus hijos, hijos que lo hacen con la de sus padres). Ojala sepamos iniciarnos en un camino que nos lleve a la paz y al amor.
Entre todos podemos conseguirlo. Pero cada uno tiene que hacer primero su trabajo. Sólo desde nuestro interior podremos dar luz a una nueva realidad. ¡Gracias por tu comentario!
Muchas gracias Maria por compartir todo esto.
Un abrazo,
Ani
Gracias a ti, Ani. Un gran abrazo