Siguiendo con el tema de las relaciones que abordábamos en «La ley del Espejo», se me hace necesario seguir profundizando en las relaciones amorosas, sobre las que ya apuntaba una primera reflexión en el artículo anterior. En este artículo hablaremos de amor, sexo y universo.
¿QUÉ ES EL AMOR?
Mucho se ha hablado, discutido, escrito, glosado y filmado acerca del amor, miles de historias de amor nos rodean a diario, las nuestras y las de los demás.
Se habla del amor como la experiencia suprema en la vida de toda persona, hay quien sólo vive para el amor y hay quien muere de amor.
Pero, ¿qué es el amor?
No me atrevo ni quiero dar una definición, el amor es una vivencia personal, si bien está sazonada con todo tipo de creencias, tópicos y miedos que impiden vivirla desde la realidad de quienes somos en verdad. Para descubrir lo que es el amor debemos desmontar todas estas creencias y conectar con su verdadera esencia.
EL AMOR, UNA ENERGÍA DE EQUILIBRIO
El amor es una energía de equilibrio. Por tanto, si en una relación de dos personas no existe la armonía, no podemos estar hablando de amor. Podemos hablar de pasión, apego y de otro tipo de emociones, pero no de amor. Cuando éste existe en verdad, las relaciones son fáciles, sencillas, sin conflictos.
En una relación de equilibrio el intercambio entre dar y recibir también está equilibrado. No es verdad que el amor exija sufrimiento. No es verdad que el amor exija sacrificios.
Por el contrario, el acto de verdadero amor está presidido por la economía energética, esa tendencia tan clara del universo, de manera que no se produzcan fugas de energía en ninguno de los miembros de la pareja. El amor no puede justificar ningún abuso.
En el amor desaparece el egoismo y aparece la cooperación. La comunicación se establece de corazón a corazón y la comprensión sincera preside todos los actos. El objetivo de la pareja es compartir juntos una parte del camino de autoconocimiento, ayudándose mutuamente. Desde aquí, no se pueden esgrimir deseos egoistas que limiten el crecimiento del otro. No somos los dueños de nadie ni podemos coartar su evolución.
SEXO Y UNIVERSO
Dentro de este marco, las relaciones sexuales pueden llegar a convertirse en la máxima expresión del equilibrio.
En relación al concepto de energía, el acto sexual se define como un juego entre polaridades Yin (femenina) y Yang (masculina) en busca de la unión armónica que disuelva toda sensación de separación.
Cómo dice Mantak Chía en su libro Despierta la luz curativa del Tao:
«Cuando puedes abrirte y recibir la energía amorosa de tu compañero y, a su vez, tu compañero está abierto para recibir tu energía, sentirás una fusión y una intimidad que no se parece en nada a todo lo que has conocido hasta ahora. Crecerás para amar a los demás cada vez más y vuestro amor mutuo enriquecerá a los que os rodean».
TRASCENDIENDO LA DUALIDAD
La unión de las energías femenina y masculina significa la trascendencia de la conciencia de dualidad para alcanzar un estado de unión con el Universo. La energía que se libera en el acto sexual es el vehículo mediante el cual la conciencia individual se une con la conciencia universal.
Dicen que en cada orgasmo «mueres», pues en esos instantes el yo separado de todo lo demás desaparece, siendo reemplazado por una experiencia de plenitud en la que los límites no existen.
ABRIRSE AL AMOR
Amor, sexo, son hermosos caminos que nos pueden guiar en nuestro viaje personal de autoconocimiento y ayudarnos a comprender quiénes somos y qué estamos haciendo aquí.
Abrámonos al amor, como a toda experiencia que pueda enriquecernos, pero no cortemos nuestras alas ni queramos cortárselas a los demás.
Seamos conscientes de que el amor ha de ser la expresión auténtica del ser completo que, en lo más profundo de nosotros, ya somos.
Me encantará que compartas tu visión del amor. Te animo a que dejes un comentario.
Un abrazo, María.
Imagen Wikimedia Commons: William Blake (1757-1827): «Satan watching the caresses of Adam and Eve».
Justo ayer, al hacer el amor experimente algo que jamás había experimentado y por un momento sentí que lo había inventado por qué sale de los parámetros de mi comprensión, justifique lo que sentí con haber alusinado o imaginado, pero fue tan real, solo éramos luz vi todo mi entorno luz conectados en un universo en donde nada de lo que nos han enseñado, existe o en este mundo importa, se volvió todo tan absurdo, sentía como mis manos llenas de luz movían la luz de mi pareja, estábamos unidos con el universo fue increíble difícil de explicar, aceptar y contar, si a mi me dijera alguien esto diría ¿estabas drogado? Jajajaja, pero al ser tan real la experiencia busque tal cual en internet y encontré este artículo, ahora solo quiero encontrar esa conexión que sentí, eso que sentí, sé que se puede sin hacer el amor, vi otro mundo, mi conciencia estaba abierta por completo y quiero saber cómo mantener ese estado.. te agradezco por el artículo
Hola Rodolfo, qué bella experiencia que te permitió abrirte y sentir así. No busques tanto repetir las sensaciones como integrar lo que acabas de vivir. Todo el Universo es pura creación mental. Si abrimos los límites de nuestra mente y nos entregamos a la vida, podremos experimentar plenamente la belleza y perfección de cualquier instante de nuestra existencia, por sencillo que sea. Te agradezco que hayas compartido esto con nosotros. Un abrazo
«La evidencia del amor es peculiar en cuanto que es irrepetible, incuantificable y sólo cognoscible dentro de un círculo de intimidad…» Sam Keen
Todos somos una historia de amor que quiere ser experimentada, vibrada en otros seres.
Hoy, de nuevo la vida es sensible a mi espíritu y me dice a través de este artículo:
Ser amante es, un encargo urgente, una creación, un juego necesariamente libre,
un camino que confío albergue la promesa de apasionarse juntos.
Tiempo de agradecimiento,
Rocío
Siento la belleza de tus palabras, sí, el amor llama a nuestra puerta, no desde fuera, sino desde dentro, desde nuestro propio ser, y es su destino urgente sembrar su semilla en esta realidad. Un abrazo!
Hola Maria,
Siempre he sentido que tiene que haber algo mas, hay un anhelo dentro de mi que me hace seguir buscando esa verdad y esa plenitud.
El amor tiene que nacer de uno mismo, de ese equilibrio personal para poder ser plenamente conscientes de lo que realmente damos y recibimos con verdadero amor, para poder gozar de ello sin que nos haga sufrir o dañar a los demás.
El amor tiene que ser algo que construya, que nos ayude en nuestro caminar para poder encontrar el sentido a esta vida que hemos venido a vivir.
Un abrazo,
Ana
Yo también siento que sólo desde la completitud de uno mismo se puede compartir el camino con otro ser en verdadera libertad. Cómo decíamos en el artículo La Ley del Espejo, no existe la media naranja, no es el otro el que ha de darnos lo que nos falta, sino que hemos de encontrarlo dentro de nosotros. Y ya está ahí. Esperándonos. Hasta que comprendamos eso, hasta que lo experimentemos y sintamos, viviremos nuestras relaciones desde la polaridad del gozo y del sufrimiento, también está bien, son aprendizajes que tenemos que hacer. Un abrazo!